
Tomar el sol es importante para nosotros, ya que nos permite hacer cosas como asimilar la vitamina D, por ejemplo. Los humanos tenemos mecanismos para protegernos de los daños del sol, como el ponerse moreno (la melanina es lo que produce la piel para oscurecerse y evitar que la luz llegue a las células vivas de la parte más profunda de la piel; es decir, ponerse moreno ayuda a protegerse del sol) y el enrojecimiento y la inflamación (con los que el cuerpo intenta ayudar al calor a disiparse más rápido de la piel).
Sin embargo, tomar el sol en exceso puede tener consecuencias nefastas para nuestra salud, en especial la de la piel. Llega un momento en que esos mecanismos naturales no son suficientes. La energía que nos llega del sol está ionizada, así que propicia la creación de radicales libres.
Cómo protegerse del sol
Antes que nada, para protegerse del sol habría que combinar varias medidas: llevar ropa que nos proteja, gafas de sol que nos protejan los ojos del sol (cuidado que no todos los cristales lo hacen, algunos en vez de protegernos concentran la luz y es peor… así que no vale cualquier gafa del mercadillo), no exponerse en exceso ni en las horas más próximas al mediodía en las que son más fuertes las radiaciones… y recurrir a cremas, lociones, geles, sprays, maquillajes y/o bálsamos hidratantes como nuestro Bálsamo facial BIO para protección solar de IWONATURA con factores nutritivos para todo tipo de pieles. Y si recurrimos a este producto, recordemos que no tiene efecto infinito, hay que reaplicárselo cada par de horas y siempre que os metáis en el agua. Y deberíais ponéroslos al menos media hora antes de que os pongáis bajo el sol para que tenga todo su efecto.
Lo que sí nos gustaría aclarar es que del sol hay que protegerse siempre, no sólo cuando vayamos a la playa, la montaña o la piscina. También en el día a día. Aunque esté a la sombra, la luz que entra por la ventana también tiene rayos UVA y UVB que pueden afectar a la piel. Los daños del sol no son cosa de un solo día en el que te pasas; sino fruto de toda su vida expuesta a la luz solar.
Cosméticos naturales como protección solar
Hay muchos formatos de cosméticos que incorporan protección solar. La crema más básica no es sino una hidratante, pero con añadidos: los filtros solares, que son lo que se añade a todos ellos para que reduzcan el efecto del sol.
Los filtros físicos o minerales reflejan la radiación solar impidiendo que lleguen a la piel, sin necesidad de aquellas reacciones fotoquímicas; para entendernos, la “reflejan”, como si de espejos se tratase. Son sustancias inertes, que en general suelen ser más toleradas por pieles sensibles. Suelen ser más potentes que los filtros químicos en cuanto a protección solar. Su duración es menor y requieren aplicaciones más frecuentes. Sin embargo, tienen la ventaja de que actúan nada más ponérselas. Por otro lado bloquean todas las radiaciones: con ellos es más difícil ponerse moreno.
Bálsamo hidratante BIO de protección solar IWONATURA
Si desea tener su piel hidratada, súper suave, calmada y protegida no dude en probarlo. Nuestro Bálsamo facial BIO se funde con la piel aportando suavidad y elasticidad, la hidrata en profundidad, nutre, calma las pequeñas irritaciones, protege. Creado pensando en las pieles más sensibles, es apto para bebés y niños.